TALLER DE TEATRO
Escena II
Se pasea en bata por el escenario, llama a diferentes amigos pero ninguno parece estar en la casa.
Mujer: ¡Hola! ¿Cecilia? ¿Qué hacés esta noche? ¡Ahhhhhhhhhh, bueno, no, nada. No, no te preocupes, que no estoy sola te digo, ¿Programa? ¡Un programa bárbaro! ¡Qué sí mujer! Que te diviertas…
Marca otra vez.
Hola! ¿José María? ¿Qué hacés? ¡ Estás saliendo?! Vos siempre tan pasiandero, bueno, no, nada. No, no te preocupes, que no estoy sola te digo, ¿Programa? ¡Un programa bárbaro! ¡Qué sí, hombre! Que te diviertas…
Vuelve a marcar el teléfono esta vez visiblemente nerviosa. Habla sola
-¿Será posible? Todos los sábados lo mismo en esta gran ciudad, mucha gente, mucha gente, pero todos ocupados, al final es lo mismo que estar en una isla rodeada de tiburones, qué digo tiburones, de ostras, eso es de ostras solitarias y cerradas herméticamente. Mientras tanto busca en una agenda
-¡Silvita! Ella siempre está dispuesta, mi amiga del alma. Veamos, veamos…
¿Está Silvita? ¿No? Pero como…¿Qué se fue al campo? Pero..No me dijo nada, sí, sí, tiene razón, bueno, no, nada, después la llamo.
Mirando al público:
¡¿Y ahora qué hago?! A mí me agarra un ataque. Ya está, salto por la ventana, adiós mundo cruel…bueno, si salto me voy a desparramar toda, qué antiestético, mejor pastillas para dormir y muero como una diva, a lo Marilyn…Pero están las cosas todas tiradas, qué va a decir la gente, mejor acomodo un poco.
Limpia, ordena.
Bueno ahora me toca a mí, veamos.
Se peina, se maquilla, se quita la bata, debajo luce ropa sexy, se mira en un espejo grande, se contempla, sonrie.
-¡Perfecta! No, falta el perfume…
Se perfuma y rocía el ambiente.Saca de la cartera un frasco de pastillas, trae un vaso de agua. Mira al público.
-Con el estómago vacío me van a caer mal, mejor me pido una pizza.
Llama
-¿Hola Popeye? Sí quería una grande de muzza…y tres empanaditas de carne, y…un flancito…no, no, bueno dale una cervecita. Te das cuenta que sos una gorda, bueno, es mi última cena, qué tanto… voy a hacer una nota, mi nota póstuma, a dónde hay una lapicera, siempre lo mismo.
Busca sin desordenar, se pone más perfume.
Tocan el timbre. Se mira en el espejo, se vuelve a pintar la boca. Aparece un joven que trae el pedido, el joven trae la pizza en una mano y el casco de la moto en la otra.
Novia de David - ¿Está Martín?
Jefe: - No, no está
Novia de David: -Yo necesito... Estoy apurada, mejor dicho de ses pe ra da
Jefe: -Pero, señorita, no está
Novia de David: -¡Qué lío!
Jefe: -¿No quiere esperar?
Novia de David (Cada vez más nerviosa y molesta, se rasca, manifiesta una conducta extraña) -Es que es muy urgente..
Jefe (muy amable) Desearía hacer algo por usted, bueno, pase. Póngase cómoda.
Novia de David: (Entra y se acuesta en la sala de espera, el Jefe se sorprende. Se produce un silencio incómodo durante unos segundos, luego casi en un grito desesperada va a preguntar) -¿Va a tardar mucho?
Jefe (Algo molesto, la observa extrañado) -No sé.
Novia de David (Cada vez más molesta) -¿No tiene idea?
Jefe (que está perdiendo la paciencia) -¿de qué?
Novia de David (le habla como si el jefe fuese un tonto, como burlándose )-De cuándo va a venir. De cuando va a estar.
El jefe (ostensiblemente molesto) -¡Qué se yo!...Dentro de un rato.
Novia de David (Suplicante) -¿Mucho rato?
Jefe (Seco, cortante) -No tiene hora.
La novia de David (Sentándose) -Bueno, voy a esperar.
Jefe (Aliviado) - Es lo mejor que puede hacer.
Novia de David: (Otra vez desesperada) -¿y si no viene?
Jefe (tratando de tranquilizarla) No, venir, viene
Novia de David (Desconfiada) -¿seguro?
Jefe (Remarcando las palabras) -Seguro. Pero... que nerviosa esta’…
La novia de David (saca una foto de la cartera y la rompe en pedacitos) - Como para no estarlo.
Jefe: (Extrañado) -¿Es tan urgente?
Novia de David: ¡¡¡¡Urgentísimo!!!
Jefe: (Alegre y con grandes gestos)Ahí viene.
La novia de David (a Martín) ¿Usted es la persona que le salvó la vida a David?
Martín (orgulloso) Él mismo…
Novia de David: Explíqueme por qué lo hizo…
Martín (convencido) – Es parte de mi trabajo, usted ya sabe este es un centro de ayuda al suicida
Novia de David: (amenazante) ¿Cómo se atreve? David es un farsante…(cambia de estado de ánimo y se larga a llorar copiosamente) Me quiero morir, David me engaña.
Martín: No llore, usted es tan linda, tan, tan, hermosa, si llora se va a arruinar
Novia de David: (insinuante) Usted cree, le parece…¡Salga, mire las cosas que dice, a cuántas le dirá lo mismo, desgraciado! (Vuelve a llorar a los gritos)
El jefe: (Entra con un vaso y un frasco de pastillas) Aquí tengo su solución, estas píldoras son mágicas, tome una.
Novia de David: (Con desconfianza) ¿Está seguro?
Jefe: Absolutamente. (mira la hora) Caramba, qué tarde es, debo ver a un paciente, relájese señorita, la vida es bella. (mutis por el foro)
Novia de D.: (Toma el agua, Martín la observa, cuando apoya el vaso cambia de estado de ánimo, suspira, se pone de pie, se estira, como si se acabase de despertar) La vida es bella, muy bella, a quién le importa David, ¿Cuál es su nombre?
Martín: Llamame como quieras…
La ex novia de David: cucuruchito, dulce de leche, pochochito---
Martín: ¿Vamos a dar una vuelta y compartimos una taza de café?
Hacen mutis, mientras suben dos chicas al escenario y arman una confitería, suena música romántica, las chicas ponen dos manteles iguales y flores en cada mesita, lo hacen bailoteando, con movimientos similares.
Por un lateral ingresan David y Andrea por el otro Florencia y Martín, ocupan las mesas, no se registran.
Florencia: (Lo ve y se para) La vida está llena de sorpresas, miren quién está aquí
(Martín se da vuelta, ve a David, ambos se paran y se abrazan)
Las chicas se ven, se van a una punta del escenario y también se abrazan. Vuelve a sonar fuerte la música, se toman los cuatro del brazo y juntos dicen
¡Ay la primavera y el amor, el amor, todo lo soluciona el amor, el amor.
Se dan vuelta, caminan hacia el foro, TELÓN
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