viernes, 16 de mayo de 2008
Y VAMOS POR NUESTRA TERCERA NOVELA PROGRAMADA PARA MEDIADOS DE JUNIO
Ya hemos transitado por la novela alemana y la novela española, le toca el turno ahora a la novela italiana..les recomiendo que vayan adquiriendo esta magistral obra de Buzzati.
No creo que nadie pueda quedarse impasible ante esta novela, si la leen, claro está, es una de las más terribles y duras que haya leído. Pero no necesita lo que necesitan los flojos novelistas: sangre, vísceras, asesinatos o terror barato, no, no necesita eso. Buzzati sólo necesita encerrar a un hombre, a los hombres, entre las paredes de una fortaleza y contar sus miedos, sus historia, sus errores, sus pensamientos. Buzzati no habla de la guerra en esta novela, habla de la vida, del paso del tiempo inexorable, de cómo los sueños juveniles se van transformando en sólo ideas inalcanzables que se mantienen por la inercia del tiempo por tener un lugar, un punto, donde mirar pero no por querer llegar allí. De cómo las ganas de buscar nuevas cosas se pierden bajo el simple acomodo de lo cotidiano y van olvidándose como locuras que alguna vez soñamos … De cómo los días se van encendiendo y apagando tan rígidos , tan seguros, tan rápidos..
Y Buzzati no deja respiro y contrapone, paradójicamente, lo inmenso del horizonte que se ve desde la fortaleza y el pequeño camino que deja salir de allí; y acomoda la historia en la rigidez de un vida militar y la solidez de los muros, donde casi sólo se sueña morir heroicamente. ¡ En dónde se queda toda aquella vida de aventuras, de amor, de alegría ? En morir para dar sentido a tu vida…
Entre toda aquella soledad rodeada de multitud gente, regimientos, cada noche cae en la fortaleza bajo el golpeteo de las botas de las patrullas que hacen guardia. Todas las noches se sueña con que aparezca el enemigo para que tenga sentido todo aquello: todos los amigos perdidos, todos los días perdidos, todo el amor perdido, todas las alegrías perdidas,…todo aquello que pasó y ya nunca volverá. Así que se necesita, ¡debe! venir el enemigo (como pudiera venir cualquier otra cosa, como podría tocar la quiniela, o la lotería, o como podríamos volver a tener 15 años y haber decidido otras cosas)…pero se suspira por una sombra huidiza o un nube sospechosa que muestre a ese enemigo …en eso se ha quedado todo…en nubes y sombras..